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miércoles, 31 de enero de 2018

De lo perdido y lo vivido en 2017


A manera de balance


  2017 va a pasar en la historia de los telefonistas como el año de las prórrogas del emplazamiento a huelga. Fue la táctica empleada por Hernández Juárez para encarar la partición de Telmex. Sin embargo, lo que ha definido el rumbo del conflicto no son las prórrogas sino dos movilizaciones en particular: la primera, el mitin realizado el 26 de julio de 2017 junto con la política de alianzas orquestada por el dilatado líder, donde se patentó el apoyo del sindicalismo y de las organizaciones sociales activas, junto con el respaldo previo del Congreso del Trabajo y el involucramiento del Secretario de Trabajo; y la segunda, la falta colectiva del 5 de septiembre, que produjo el encuentro del Ejecutivo con el principal dueño de Telmex y el STRM, donde el Sr. Slim se pronunció por el respeto a nuestros derechos y a la integridad del sindicato, aunque cabe resaltar que no lo hizo contra la partición de Telmex.
Ya veremos si en plena carrera por la presidencia de la República el capítulo final termina con el desistimiento de la separación o partición de Telmex, o si ésta se divide pero con el respeto de los derechos, de la plantilla de telefonistas y de la interlocución del STRM, o con el prolongamiento del conflicto hasta que el nuevo Presidente esté en condiciones de negociar con las principales empresas de telecomunicaciones, incluido Grupo Carso y el sindicato mismo.
Mientras tanto, la ofensiva contra nuestra materia de trabajo y contra el sindicato mismo durante 2017 nubló una serie de afectaciones a los telefonistas. En el terreno económico, las afectaciones fueron las siguientes:
1.    Empezamos el año perdiendo nuevamente 1.53% de nuestro salario tabulado por el impuesto a la parte no exenta del fondo de ahorro. La decisión del IFT sobre la separación funcional le dio a los dueños de Telmex y al  cuajado líder el pretexto perfecto para ya no insistir en la demanda contra dicho impuesto.
2.    Pérdida neta del 21% del reparto de utilidades por las afectaciones que tuvo Telmex por las imposiciones tarifarias del IFT.
3.    Pérdida aproximada del 1.5% de nuestro salario tabulado que se embolsó el mago de los seguros sindicales, el Sr. Macooley.
4.    Lo que se perdió de la revisión salarial para el control de los delegados y convencionistas (gastos de asambleas y convenciones y por revisión salarial) y para los negocios de dudosa rectitud en la remodelación y construcción de edificios sindicales que benefician a algunos miembros de la familia real. Todo esto equivale a 0.5% del aumento salarial.
La suma de estas pérdidas equivale al 3.53% del salario tabulado que, restado del 5.2% que tuvimos de aumento salarial el 25 de abril (4.2% directo al tabulador y 1% en prestaciones), al final nos quedaba solamente un 1.67% de aumento al tabulador. Este micro aumento terminó desvaneciéndose por el impacto de la inflación que, por ejemplo, en el caso de las gasolinas pasó de $14.81 la Premium en diciembre de 2016 a $18.48 un año después, en diciembre de 2017.
En el plano sindical se acentuó la represión de parte del Secretario General hacia las voces discrepantes. No solo se conserva el clima de control autoritario mediante la suspensión de los derechos sindicales a los compañeros que se atreven a criticar la política empresista del eterno Secretario, sino que se acentuó con la expulsión y rescisión del contrato laboral de la mayoría de los miembros del Comité Ejecutivo Nacional del sindicato democrático que tienen los trabajadores de la Caja de Ahorro de los Telefonistas.
Mientras que se inflan enormemente los costos de la construcción de las nuevas instalaciones de la Caja de Ahorro de los Telefonistas en beneficio de los familiares del Secretario General, por el otro lado la enorme, escandalosa y gigantesca proliferación de las empresas contratistas y subcontratistas que se exhibió con toda su fuerza a mediados de año cuando Telmex impulsó en los hechos la separación funcional de la planta externa, reveló el gran daño que ha provocado en nuestra materia de trabajo y en la fuerza del sindicato.
Esta pérdida de materia de trabajo que solapó e impulsó el mismo Secretario General y su equipo más cercano de familiares y comisionados, tanto en la vía de los hechos como en las negociaciones de los últimos 20 años, debilitó tanto al sindicato y particularmente a la investidura del Secretario General mismo, que Telmex olímpicamente lo dejó fuera de las negociaciones con el IFT a fines de 2016 y comienzos de 2017, y que los dueños de Telmex hubieran impulsado desde el IFT la partición de la empresa, como el mismo Hernández Juárez reconociera a mediados de año. Aunque derivado de la falta colectiva el Sr. Slim se pronunció por el respeto a nuestros derechos y a la interlocución del STRM en la negociación que tuvieron a fines de noviembre con el Ejecutivo, sin embargo no se pronunció contra la separación funcional, como lo detallamos en otro artículo de este número.
Si además de convocar al movimiento social a solidarizarse en nuestra próxima revisión contractual, el Secretario General dejase de controlar al sindicato con el garrote en la mano contra las voces que podemos opinar distinto a él, y si respetara los mecanismos democráticos de la vida interna, el sindicato se vería fortalecido en su lucha por evitar la partición de Telmex.
Lo que hicieron los directivos de Telmex a mediados de año en el sentido de avanzar en los hechos hacia la partición de la empresa no debemos olvidarlo. ¿Ya dieron marcha atrás? ¿Ya dejaron de contratar personal para Macronet? ¿Ya dejaron de vender en línea? ¿Ya desactivaron a las filiales en las contrataciones? Si no es así, esto es lo urgente a resolver. La revisión contractual debiera ser el momento para lograr una reducción sensible del peso de las filiales y para rescatar esa gran cantidad de materia de trabajo perdida por la sumisión a los intereses de los dueños de Telmex.

De prórrogas y partidas de m... ateria de trabajo



PRÓRROGAS

EMPLAZAMIENTO A HUELGA PARA EL 25 DE ABRIL DE 2017
1
PRÓRROGA PARA EL 20 DE MAYO
2
PRÓRROGA PARA EL 1 DE JUNIO
3
PRÓRROGA PARA EL 29 DE JUNIO
4
PRÓRROGA PARA EL 25 DE SEPTIEMBRE
5
PRÓRROGA PARA EL 18 DE OCTUBRE
6
PRÓRROGA PARA EL 29 DE NOVIEMBRE
7
PRÓRROGA PARA EL 25 DE ABRIL DE 2018
Fue el 6 de marzo de 2017 que el IFT resolviera la partición de Telmex en dos empresas. Esto motivó que el Secretario General del Sindicato de Telefonistas promoviera un doble emplazamiento a huelga para el 25 de abril de 2017: uno por la revisión salarial y otro, por violaciones al contrato colectivo, para presionar contra la decisión del IFT en torno a la partición de Telmex. Desde que el IFT abrió fuego en marzo, se vivió una etapa donde se nos hizo creer que eran las otras empresas de telecomunicaciones, particularmente Televisa y el Presidente, quienes empujaban en esta dirección. Así llegó el 25 de abril y las negociaciones para la revisión salarial tuvieron que prorrogarse otras dos semanas para que terminaran el 16 de mayo con la “última y definitiva propuesta” bajo la intervención del Secretario de Trabajo y con una declaración por parte de Hernández Juárez de que la empresa rechazaba la separación funcional, el contrato colectivo se respetaba íntegramente, se reconocía al sindicato como el legítimo representante de los trabajadores y no habría ninguna afectación a los derechos de los activos y jubilados. Corría ya la primera prórroga fijada para el 20 de mayo. Aquí se anunció el apoyo del Congreso del Trabajo contra la partición de Telmex.
Vendría una segunda y tercera prórrogas, una de vencimiento al 1 de junio y la otra para el 29 de dicho mes. Pero justo un día antes, el Secretario General denunciaba que “quien realmente incluyó en el ánimo del Ifetel (para la partición de Telmex), fue la empresa para ir en esa dirección”. Esto abrió una etapa distinta, el segundo capítulo de esta confrontación.
Se emite una cuarta prórroga con vencimiento al 25 de septiembre. ¿La razón de esta fecha? El cambio de director en el Instituto Federal de Comunicaciones; por otra parte, para esperar la resolución de la Suprema Corte ante el amparo sindical interpuesto, la plenaria del IFT y para la negociación entre el Secretario de Trabajo y el IFT sobre la afectación a los derechos laborales.


En esas semanas el IFT resuelve a favor de Telmex las Tarifas sobre el uso de su red y prepara una resolución sobre los costos de interconexión, pero le da largas a su definición sobre la no partición de Telmex, siendo acusada de que estaba politizando el conflicto. Nuevamente el longevo Secretario General remachaba el 12 de julio: “Tengo que decirles con toda claridad que la empresa es la más interesada en que se dé la separación funcional de Telmex”. Acto seguido, iniciaba la aplicación de una serie de medidas centradas en la solicitud de solidaridad tanto nacional como internacional y la realización de una marcha nacional el 26 de julio, mientras que al interior del sindicato pedía que no se jubilaran los compañeros y preparaba una asamblea de socios de la Caja de Ahorro de los Telefonistas para primero expulsar y después despedir a casi la totalidad del Comité Ejecutivo democrático, como lo hizo posteriormente. Bajo el cobijo de la solidaridad de otros sindicatos y organizaciones de izquierda, exhibía el garrote de la represión contra la disidencia de la CATSCAP.
Mientras tanto, los dueños de Grupo Carso no perdían tiempo, avanzando en los hechos en la partición de Telmex, produciendo un desabasto “gigantesco” en todos los almacenes, así calificado por el Secretario General, vaciando de importantes artículos las tiendas Telmex, contratando personal por fuera del STRM para la nueva marca “Macronet”, vendiendo por Internet a bajos precios una buena cantidad de los productos que antes se vendían en las propias sucursales, autorizando que las filiales pudieran hacer contratación directa de líneas y de ladaenlaces sin mediación de Telmex, etc. En una palabra, partición de Telmex a todo vapor.

En respuesta, Hernández Juárez impulsa la falta colectiva, que se realiza el 5 de septiembre y emite otro amparo contra la separación funcional. Bien “radicaloso”, “estalla” otras dos prórrogas más: la quinta, con vencimiento al 18 de octubre, ante la suspensión de actividades de la Secretaría de Trabajo motivada por los efectos del terremoto del 19 de septiembre y la sexta, para el 29 de noviembre.
Al parecer, este segundo capítulo marcado por la confrontación entre el STRM y los dueños de Telmex se cierra a fines de noviembre cuando por segunda vez Telmex coincide “con el sindicato” en que la separación funcional no es la vía adecuada y cuando se produce una reunión con el Presidente, Carlos Slim, el Secretario de Trabajo y el propio Hernández Juárez donde Slim “se compromete a respetar los derechos y la integridad del sindicato” y a gestionar una negociación con el IFT en febrero de 2018 para que considere las propuestas de Telmex y del sindicato. Ante este acuerdo, Hernández Juárez decide prorrogar, pero ahora hasta el 25 de abril de 2018.
Esto es lo que informa el Secretario General, pero no se dice nada del desistimiento de Telmex sobre el desabasto, la contratación de personal para Macronet, la venta de artículos en línea y el trabajo de las filiales para contratar sin Telmex. Aunque en una Circular del Comité Ejecutivo Nacional fechada el 25 de noviembre de 2017 se afirma que “la empresa coincide con el sindicato en que la separación no es la vía adecuada”, sin embargo dos días después Hernández Juárez informa, como dijimos líneas arriba, que tras la reunión con el ejecutivo y el Sr. Slim,  este último no refrendó este punto de vista, sino que lo sesgó hacia el respeto a los derechos laborales y a la integridad del sindicato, lo que deja la puerta abierta para la partición de Telmex. Ya veremos de aquí a la revisión contractual, por un lado, si los dueños de Telmex realmente dieron marcha atrás en la partición de la empresa y, por otro lado, si el Presidente y sus jefes, los televisos y las otras grandes empresas de telecomunicaciones, también desisten de la separación.



Fibra Sindical. Órgano de La Asociación Mexicana de Trabajadores Activos, Jubilados y Pensionados 22 de abril, A.C., afiliada a la Nueva Central de Trabajadores. Comité Editorial: Jorge Zambrano González. (Querétaro, Qro.); Arturo Figueroa Saucedo, (Hermosillo, Son.); Hugo Márquez Madrigal (Lagos de Moreno, Jal.); Jesús Cuevas Ortiz, Melesio Ávalos Méndez, Miguel Ángel Lara Sánchez, Pablo Ángel Lugo Colín,  Ramón E. Félix Vázquez  y C. Benito Méndez Castro (Sección Matriz).
Correo de la Asociación:
Facebook: jubiladosypensionadosac
Los artículos firmados no necesariamente reflejan la opinión del Comité Editorial.

Expropiar y renacionalizar las telecomunicaciones

Fibra Sindical No. 15
a grandes males, grandes remedios




Cerró el año 2017 y la suerte de Teléfonos de México, S.A. aún no está definida, por lo menos para los trabajadores telefonistas. Bajo la dirección de los actuales dueños, queda poco de aquella empresa que existía en 1989, cuando era la responsable principal de mantener las telecomunicaciones en todo el país.
Primero, bajo la presión de los tiburones internacionales de las telecomunicaciones y de la oleada neoliberal, el mercado mexicano de este sector se fragmentó a mediados de los años 90 del siglo anterior, dando entrada a las grandes corporaciones como la Telefónica Española, a Televisa y otras tantas empresas tanto en la comunicación celular como la local e internacional. Es en estos años cuando a través de Red Uno y Uninet le quitan al STRM la materia de trabajo más importante que tiene que ver con la comunicación de datos y los modernos servicios digitales.
Después, en un tercer momento, el Grupo Carso a principios de este siglo separa la telefonía celular de Telmex en una empresa diferente: América Móvil. Posteriormente, en 2007 desprende la telefonía internacional de Telmex y se la lleva a una empresa distinta.
Luego, ya en esta década, Telmex pasa a ser una filial de América Móvil y continúa llevándose trozos importantes de los bienes de Telmex. A los bienes raíces y el parque vehicular, se suma el desprendimiento de otros elementos de la infraestructura de telecomunicaciones que pasan a manos de la empresa RESA.
Y durante todo este período debemos agregar la notable pérdida de materia de trabajo del Sindicato de Telefonistas a manos de las empresas contratistas y subcontratistas, por lo que la afectación a los trabajadores telefonistas es notable.
Es así como llegamos a principios de 2017, cuando se anuncia el golpe más reciente a nuestra materia de trabajo: la partición de Telmex en dos empresas bajo la llamada separación funcional de la planta externa anunciada por el Instituto Federal de Telecomunicaciones y promovida no solo por los televisos y compañía, sino también auspiciada por los dueños de Grupo Carso, es decir, nuestros patrones, según revelaciones del Secretario General a mediados de 2017.
Como podemos ver, lejos estamos del compromiso asumido por los dueños de Telmex cuando se privatizó la empresa, en el sentido de que se iban a respetar los derechos laborales de los telefonistas, en aquel llamado “Convenio de Concertación”. El derecho laboral más importante es nuestra materia de trabajo, porque de ella depende todo: nuestro empleo, las prestaciones, el sindicato mismo, etc., y justo este derecho es el que se ha venido cercenando hasta casi reducirlo a su mínima expresión.
Esto es lo que sucede con Grupo Carso. Pero si vemos al resto de las empresas del ramo, la lucha entre los grandes tiburones ha producido una especie de parasitismo, pues Televisa, Telefónica y las restantes empresas se caracterizan por buscar la ganancia fácil, es decir, presionan al gobierno federal para fijar altas tarifas, eludiendo el compromiso de dedicar grandes cantidades de capital de imversión para desarrollar las telecomunicaciones y buscando el uso gratuito de la infraestructura de Telmex. El Ifetel, la entidad gubernamental que se supone debe encargarse de procurar el desarrollo en el sector, es presa de los intereses mezquinos de estas empresas; se ha convertido en el mazo de las telefónicas para golpearse entre sí y para minar los derechos laborales de los trabajadores de las telecomunicaciones, incluidos los telefonistas.
Bajo los términos de la separación y de los candados fijados en el Título de Concesión, el sector de las telecomunicaciones está condenado al atraso y la mediocridad, pues en aras de favorecer a las empresas creadas después de 1990, le quita el dinamismo y lo sustituye por la rapacidad y la depredación. Está demostrado, pues, que en estos 27 años de privatización, los principales beneficiados han sido los grandes capitales que monopolizan las telecomuni-caciones en nuestro país.
Bajo las riendas del capital privado, las telecomunicaciones en nuestro país han producido supermillonarios a costa de mantener tarifas muy elevadas, de pisotear los derechos laborales y de empobrecer no solo a los trabajadores sino también al sector mismo de telecomunicaciones con el aumento escandaloso del contratismo y el subcontratismo.
Y frente a este nuevo intento por partir a Telmex y perjudicar de nueva cuenta tanto a los telefonistas como al propio desarrollo económico del país, se hace necesario que este sector tan importante se le quite de las manos al capital privado, se le expropie, y se vuelvan a nacionalizar las telecomunicaciones, donde los trabajadores jueguen un papel fundamental en la conducción de los destinos de este sector.


LOS TELEFONISTAS NO QUEREMOS UN PAÍS MILITARIZADO. RECHAZAMOS LA LEY DE SEGURIDAD INTERIOR